En profunda tristeza - miré de rehojo una hojilla que infame y prodiga - me enseñó la puntilla. - Yo encolerizado me ví hajado y sufriendo en esa contienda - caí preso del chillido en el aire - del Bramido en el Mar de la existencia malsana - de un mal Soñar. - Un crucifijo inclemente soslayó su mente en un fumar indecente - y yo presto en el olvido de lo subliminal y derruido - corté mi cuello con un "allegro vivace" y fuí viola de sangre aldente y las muñecas oboes y clarinetes.
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